lunes, 26 de diciembre de 2011

Existen determinados momentos que hacen reflexionar sobre nuestras vidas,
hay momentos ajenos de los que uno no puede hacer más que ayudar,
sin embargo, para intentar entenderlos, hay que ponerse en el lugar de otras personas,
aunque no sea del todo igual.

Esos momentos también son los que hacen valorar más aun todo lo que tienes,
cuidarlo como si no hubiera mañana, hacer hoy lo que queramos hacer hoy,
dejar para cuando no queramos pensar, lo menos relevante.

Justo en el momento que más lo necesitaba, él estaba ahí, para decirme que nada malo nos iba a pasar,
y me lo va a repetir las veces que haga falta, me abrazó, me dio un beso, me volvió a abrazar...
Y aunque sean pequeños detalles, a mi me encantan, me hacen sentirme segura a su lado, me siento más querida que nunca, y me encanta.

Hay cosas que nunca en la vida las voy a poder olvidar, y esos pequeños detalles, a la larga no son tan pequeños sino que son enormes, son partes del principio de una gran gran historia, toda la historia sera parte de un principio para siempre, el final será solo un momento, involuntario, sin quererlo, y dentro de millooooones de años...

Hoy le quiero tanto, siento... que no puedo decir nada, porque es tanto, que no me sale todo lo que yo quiero expresar.

Le quiero. Te quiero.

martes, 20 de diciembre de 2011

Mi estrella

Siempre veo la misma, siempre veo la misma estrella plantada en el mismo rincón del cielo,
ese cielo oscuro que me atrapa y que me envuelve, (como él), siempre tiene algo nuevo y diferente.

Cuando veo a mi estrella allí arriba, rectifico: "nuestra estrella allí arriba", es como si con mirarla viviera mil momentos  nuevamente, momentos que ella ha observado de mí durante toda mi vida. 

Cuando a él no le tengo cerca, solo me hace falta mirarla a ella para tranquilizarme, y sonreir, 
sabiendo que en ese momento quizá sea él la única persona que la esté contemplando, porque a mi estrella se puede ver desde cualquier lugar del mundo, desde el desierto, del congelado, o del árido, desde las aguas... desde donde yo quiera, ella siempre va a destacar entre las demás.

Se que ella cada día sigue creciendo, como muchas otras cosas, claro.
Pero mi estrella crece porque yo la cuido, porque la mimo, le doy cariño y amor,
y yo se que con todo eso mi estrella está feliz, y aunque no siempre brille del todo, 
se que por dentro tiene una profunda sonrisa encantadora y un sentimiento eterno e infinito.

Cuando veo a mi estrella dormir, veo como apaga su luz y comienza a pensar,
ella no sabe que yo la estoy mirando, pero se que es la cosa mas perfecta y bonita que he visto nunca,
y desde la primera vez que la vi, se que jamás volvería a ver a ninguna estrella más perfecta que ella ante mis ojos.

Yo la abrigo, le cuento cuentos, le cuento mi día a día.... 
Ella casi nunca me dice nada, ella solo escucha,
pero cuando dice algo, es como si sus palabras fueran dulces como la miel,
aunque a veces sean ácidas como el limón, bueno, el limón siempre tiene su punto rico. 

Yo a mi estrella.... 
Yo a mi estrella la quiero como a mi vida.