Llegan momentos de repente, que nunca habrías pensado que podrían pasar de un día para otro.
Las montañas rusas y los abismos más grandes de la vida no son materiales, ni hay que pagar para sentirlos, están dentro de uno mismo.
Llegan momentos en los que reflexionas acerca de tu vida, y piensas que no todo el mundo es como tú, quizás muchos no te entiendan, quizás otros no quieran entenderte y seguir simplemente con sus ideas.
Llegan momentos en los que la vida te dice, "¿qué bien estás viviendo tú no? ¡Y que feliz!" Y te puede quitar todo lo que quiera, o es que quizás eres tú mismo quien lo quita de tu camino, las cosas inservibles, lo que te hace mal, quizá por el camino lo pases aún peor, pero todo será a tu favor, una lucha por ti mismo.
Se que no estoy sola cuando estoy solitaria, se que sobretodo me tengo a mí, y a los que más quiero, pero si es mi lucha, nadie más podrá luchar conmigo, debo hacerlo sola, con fuerza, con entusiasmo y segura de que quiero hacerlo.
Cuando algo deja se usarse y a nadie le importa, se estropea, cuando se estropea nos deshacemos de ella.
Si algo hubiera dejado de usarse, y alguien le importara, podría haber sido reparado.
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